martes, 26 de mayo de 2009

Familia pierde a dos de sus integrantes en accidente de tránsito


Dos muertos y tres heridos fue el saldo que dejó un accidente de tránsito en la parroquia San Pablo, provincia de Chimborazo. El hecho ocurrió el pasado sábado alrededor de las 00H30, cuando una camioneta, en la que viajaban cinco familiares, recibió el impacto frontal de un furgón.
Vidal Calderón (58) y Cristóbal Ocaña (45) fallecieron en el suceso, mientras que Elías Calderón (28), Cristian Calderón (14) y David Castillo fueron trasladados al Hospital General de Riobamba.
Según los miembros de la Policía, el chofer del furgón se dio a la fuga. “Aún desconocemos el paradero del otro conductor. Sin embargo, los dos automotores han sido trasladados al cuartel”, informó el Javier Guasca, uno de los uniformados que llegó al lugar.
Los afectados, todos oriundos de la comunidad de Pulo, en el cantón Guano, habían terminado su jornada de trabajo que consistía en el corte de madera. Luego de ello, pretendían dirigirse al domicilio de Vidal Calderón, con la finalidad de solucionar un problema familiar, objetivo que no se materializó a causa del siniestro.
“Los hijos de Don Vidal estaban enojados. Por eso los llamó a su casa para tratar de solucionar los problemas”, manifestó Alejandro Ruíz (41), amigo cercano de las víctimas.
En las primeras horas del sábado, los cuerpos llegaron a la morgue del cementerio general de Riobamba para realizarles las respectivas autopsias. El desconsuelo de familiares y amigos era evidente. “Dios, no te lleves a mi papito por favor no te lo lleves”, repetía incesantemente Carmen Calderón, una de las cuatro hijas de Vidal Calderón.
“Es muy triste ver que la vida se puede ir en un segundo”, expresó María Guacho, quien durante 16 años ha trabajado como portera del camposanto. Ella enfatizó en la necesidad de crear conciencia en los conductores.
Por su parte, los gendarmes continuarán con la búsqueda del conductor desaparecido.
Un discapacitado muy capacitado

Una tarde calurosa, acompañada de una leve brisa que corría por los exteriores de la Universidad de las Américas (UDLA), era el entorno que presentaba el viernes 22 de mayo. En sus afueras, una caseta color cielo, un tanto alejada del bullicio y la aglomeración universitaria, cobijaba al joven Alex Enríquez, vendedor ambulante de 26 años, quien sentado en una silla de ruedas, esperaba sigilosamente la visita de algún cliente que solicitara unos de sus productos.
De repente, llega uno. Le solicita un cigarro y una botella de agua. Alex, de manera temblante y con la ayuda del propio cliente, complace al usuario y le da las gracias por su compra. El joven buhonero, es parte del 13,2 % de ecuatorianos que sufre algún tipo de discapacidad, pues a casusa de haber nacido prematuro, padece de síndrome de Down.
De lunes a viernes, a partir de las 09h30 am hasta las 22h00 pm, el joven vendedor pone a disposición la venta de chicles, caramelos y demás. Alex, con la ayuda de uno de sus hermanos, salé cada mañana con la misión de cumplir su sueño. Juntar la cantidad de dinero suficiente que le permita realizarse una operación en otro país, pues su anhelo principal, es poder caminar.
Según el Consejo Nacional de Discapacitados (CONADIS), entidad encargada de velar por el bienestar de las personas que sufren alguna incapacidad, el 6% de hogares ecuatorianos tiene al menos una persona con discapacidad, lo cual comprendería alrededor de 184.336 familias. De estas, el 8% serían rurales mientras que el 5% serían urbanas.
Repentinamente, llegan sus padres, Fabián Enríquez y Yolanda Reino. El primero, deja ver en su rostro la sorpresa de encontrar a su hijo dando declaraciones como si fuera una estrella de cine o un jugador de futbol famoso. Mientras que su madre, solo se limita a escuchar las declaraciones de su vástago.
“Más que un vendedor quiero ser un amigo de los universitarios”, expresa. Al preguntarle si alguna vez fue víctima de algún tipo de discrimen por sufrir esta enfermedad, respondió que jamás se ha sentido excluido, puesto que para él, el haber nacido con esta discapacidad no ha sido impedimento para cumplir sus metas. “Yo he hecho lo que he querido. Cuando uno se traza un objetivo, si se puede”, enfatiza.
Sin embargo, el joven soñador tuvo el rechazo de algunas instituciones educativas de la capital. Al tratar de ingresar a la primaria, varias escuelas le negaron el acceso, argumentando que se trataba de una persona “diferente al resto”. “Me dijeron que no, porque era un chico especial, que no era igual al resto ya que no podía movilizarme o ir al baño por mí solo”, afirma. Por esta razón, sus estudios los realizó en la costa, lugar en donde llegó hasta el tercer año de colegio, sin ningún impedimento.
En la actualidad, la Constitución de la República, en su artículo 47, referente a las personas con discapacidad, estipula lo siguiente: “El estado garantizará políticas de prevención de las discapacidades y, de manera conjunta con la sociedad y la familia, procurará la equiparación de oportunidades para las personas con discapacidad y su integración social”.
Además de ello, en el numeral cinco del mismo artículo, señala que: “el trabajo en condiciones de igualdad de oportunidades, que fomenten sus capacidades y potencialidades, a través de políticas que permitan su incorporación en entidades públicas y privadas”.
A pesar de ello, según el programa Empleo sin Barreras, de la Vicepresidencia de la República, solo el 18.3% de los 887.000 discapacitados que se encuentran en edad productiva, cuentan con un trabajo; la mayoría en el sector informal. El resto, es decir el 56%, está en la desocupación. Como consecuencia, la mitad de las personas con discapacidad viven en situación de pobreza.
“Somos una familia especial. Toda la vida ha sido una satisfacción tener un hijo así”, exterioriza su padre, quien además, dice sentirse orgulloso por la fortaleza de su hijo. Por otro lado, su madre, de manera un tanto recelosa, solicita la ayuda a estudiantes y autoridades de la vecina universidad, con la finalidad de que puedan colaborar para cumplir el sueño de su hijo.
El crepúsculo llegó, la tarde calurosa se transforma en ráfagas de viento que recorren los alrededores de la casona universitaria. Alex, por su parte, continúa sentado, con la única diferencia de que su fe se ha incrementado, pues resalta la importancia de que estudiantes y autoridades de la UDLA, puedan conocer su realidad y apoyarlo en la conquista de su quimera. “Ayúdenme a cumplir mi sueño. No importa las circunstancias o como esté uno, lo importante es tener fe, convicción y lograrlo que si se puede”, concluye.

Fernando Lugo "El celibato es imperfecto, el único perfecto es Dios"

Asegura que los escándalos por su paternidad siendo obispo no le han quitado apoyo. Y que, por el contrario, la gente lo admira más ahora. Dijo que nunca pensó en renunciar. Y que no tiene noticias del Vaticano.

"Paraguay tiene un índice de 30% de reconocimiento: 70% no reconoce la paternidad". "Los obispos amigos por un hecho de esta naturaleza no van a abandonar el afecto y la amistad"
Es una mañana de viernes y sol robusto en Asunción. A la vera del río se levanta en su estilo neoclásico el blanco Palacio de López, la casa de gobierno que cada mañana, a las 6 en punto, recibe al presidente Fernando Lugo (58), el ex obispo que hace poco más de un año quebró la tradición de más de seis décadas de gobiernos colorados en Paraguay. Un mes atrás, su reconocimiento de la paternidad de un niño y los reclamos por otras paternidades que esperan sentencia desataron un escándalo en el país y en la región. Por primera vez, este hombre que llegó a la política de manera inesperada y como prenda de unión de una alianza heterogénea entre liberales, pequeños partidos de izquierda y movimientos sociales, aceptó hablar con Clarín sobre el tema, para decir, entre otras cosas, que lejos de mellar su imagen, lo sucedido está teniendo efectos positivos en un país donde las madres solas son mayoría. Camisa blanca, pantalón negro y eternas sandalias franciscanas son la marca del vestuario presidencial.
Presidente, ¿usted es conciente de hasta qué punto los hechos de su vida privada que salieron a la luz recientemente afectaron su imagen?
No creo mucho en eso. Nuestros informes, sobre todo con la gente sencilla, aquella que nos votó, nos dicen que la imagen se mantiene intacta, al menos aquí en Paraguay. Puede ser que haya tenido su repercusión a nivel mediático, pero yo creo que aquí, Fernando Lugo, su honestidad, su transparencia en la administración de la cosa pública sigue intacta en la ciudadanía, esas más de 800 mil personas que lo votaron el 20 de abril del año pasado.
¿Pero no ve una contradicción entre lo sucedido y la campaña sobre paternidad responsable que impulsan funcionarios de su gobierno?
Al contrario, lo veo como un punto positivo y la gente también lo ve. Paraguay tiene un índice de reconocimiento de 30%: en un 70 % la paternidad no se reconoce. En ese sentido, que el presidente reconozca a su hijo pudiendo y teniendo en sus manos toda la cuestión jurídica y el poder e incluso los medios para no hacerlo, muchos lo han considerado como un acto de valentía y coraje.
¿Cómo se siente como padre?
Bieeeen! (sonríe) creo que es una responsabilidad, un aprendizaje, un nuevo tipo de relacionamiento con esta persona y también que llevará el tiempo para dedicárselo, porque necesitará del afecto, del acompañamiento que cambiará el ritmo que llevo por lo menos los fines de semana. Yo mismo he renunciado a todo mi sueldo en favor de los indígenas. Lo ocurrido me obliga a rever eso, porque la ley me obliga a dar una cierta ayuda económica para sustento de este chico que ahora vive bajo una custodia militar, en un barrio de Asunción.
¿Tiene expectativas con la campaña de paternidad responsable?
¡Es que ya está dando efectos positivos! En estos días, otra mujer esta reclamando la paternidad a un ex presidente del Paraguay (Luis González Macchi). Creo que se irán dando casos positivos entre la clase política y la clase pudiente de Paraguay que muchas veces se ha olvidado, escondido.
¿Cómo está hoy su relación con la Iglesia?
Bien. No se puede romper la relación de décadas. Los obispos amigos que por un hecho de esta naturaleza no van a abandonar el afecto y la amistad.
¿Lo llamaron desde el Vaticano?
No he tenido ninguna noticia.
¿Teniendo en cuenta sus orígenes religiosos, ¿cómo ve la ley de salud reproductiva que impulsa un sector de su gobierno?
Creo más en la educación de los países desarrollados. Los países escandinavos no necesitan una ley de salud reproductiva, y es natural. Yo enseñaba en la Universidad de San Pedro, y mientras preguntaba a los jóvenes cuántos hijos querían tener decían "uno o dos", y sus padres habían tenido 10 ó 12. No han tenido la posibilidad de estudiar la secundaria y menos la universidad. Hay que regar de universidades el campo y la ciudad, y no habrá necesidad de una ley que muchas veces coarta la libertad y crea roce con las creencias de algunas iglesias.
Quisiera conocer su opinión sobre la mujer en sociedad paraguaya, donde muchas veces parece una ciudadana de segunda clase.
Es un resultado cultural doloroso, para el país y para mí. Forma parte del mismo proceso de reivindicación. Cuando hablo de recuperar la dignidad del pueblo paraguayo hablo de todos, de los niños, ancianos y sobre todo de los mujeres, que fueron muy utilizadas, también dentro de las mismas familias.
¿Qué espera de aquellos casos de reclamo de paternidad que aguardan sentencia?
La verdad. Hoy la ciencia proporciona la posibilidad de la verdad.
¿Qué opina hoy del celibato?
Es una opción personal, de fe, que hace la iglesia católica latina, que viene del 1500. Pensando en la filosofía y la antropología, creo que el único perfecto es Dios y todo lo que haga la persona humana es imperfecto, así que el celibato también es una cuestión imperfecta del hombre o de la mujer.
¿Pensó en armar una familia?
No, mi gran riqueza ha sido el grupo de amigos con sus familiares, pero la vida de un niño cambia la vida de los demás. Muchas cosas se pueden rever, buscar nuevos caminos, y, como se suele decir, nunca digas nunca, nunca digas siempre. Estamos abiertos a lo que el futuro pueda deparar.
Uno de los puntos clave de su plataforma era la reforma agraria. Los sectores interesados dicen sin embargo que no está cumpliendo.
Siempre hemos dicho que la reforma agraria es un punto irrenunciable, pero también hemos afirmado que lo haremos dentro de un marco que llevará su tiempo. Paraguay es uno de los pocos países que no tienen un catastro de propiedades. En los años '90 el gobierno recibió un préstamo del Banco Mundial de 40 millones de dólares para hacerlo y, acá hay un saco roto y no se ha hecho ni el 10% de ese trabajo y el dinero se ha esfumado. Queremos que nuestro trabajo tenga sustentabilidad. Hoy en día la tenencia de la tierra no ha cambiado mucho en su estructura de décadas. El 85% de las tierras cultivables está en manos del 2,5% de la población. Un desfasaje y una inequidad que hay que ir corrigiendo de a poco, más cuando las mismas leyes no nos ayudan a llevar adelante una reforma mucho más rápida.
¿Pero son las leyes o las diferencias ideológicas dentro de su gobierno lo que no permite avanzar?
Nooo, éste es un tema que ha sido firmado por todos los partidos; la reforma agraria es un eje transversal, firmado y refrendado por todos los partidos y también por los movimientos sociales y políticos que conforman la alianza.
¿Qué piensa de la posible re reelección de Lula?
Es muy difícil... está en la misma situación Uribe, en Colombia. Es una tentación que puede tener cualquier líder. Pero, por ejemplo, uno de los presidentes que salió con un alto índice de aceptación fue Ricardo Lagos, en Chile, y no tuvo esa tentación, respetando el orden constitucional. Creo que cada país tiene en su Constitución las reglas bien claras.
¿Cómo cree que va a relacionarse la región con EE.UU. ahora que está Obama en el poder?
En el encuentro de Trinidad se cayeron varios mitos. Es muy fuerte, pero creo que Obama nos puso en el bolsillo a todos. Su sencillez, su capacidad de escucha: es un líder diferente. Antes, cuando hablaba Chávez, Bush salía de la sala o si hablaba Evo, se sacaba el auricular. Obama nos dio esa gran lección de escuchar y responder con afecto pero con firmeza.
¿Nota ahora un cambio en su relación con las mujeres?
Creo que no. Para ser sincero, me pesó un poco, incluso por la gran campaña mediática. Muchas mujeres podrían haberse hecho una imagen diferente de lo que soy, pero con la misma franqueza tenemos muy buenas relaciones. No ha cambiado nada.
¿Pensó en renunciar?
No, absolutamente. Si tengo que renunciar tengo que consultar a 834 mil votantes que han depositado su confianza en mí, y sí un número mayor de personas que ése lo piden, entonces sí, pensaría en renunciar.

Entrevista realizada por el Diario el Clarín de Argentina, el 24 de mayo del 2009