jueves, 17 de diciembre de 2009

Análisis de medios

Las ventas en la Bahía se dan en medio de un ambiente de tensión

El Municipio de Guayaquil intensificó los controles a fin de evitar que los comerciantes informales ocupen las acercas de las calles céntricas de la ciudad. La presencia masiva de la Policía Metropolitana se mantuvo hoy.

A una semana de la Noche Buena, los vendedores en las calles insisten en que les den la oportunidad de trabajar. Y quizás la desesperación de los informales por vender lleva a que el ambiente sea tenso.

De hecho, por ejemplo, en el sector de la Bahía los dueños de locales deben continuamente bajar las puertas de sus negocios. Esto se produce las veces que los informales se mueven de un lado a otro buscando una acera para poner sus puestos. Y detrás de ellos van los Metropolitanos y la Policía Nacional.

“No podemos trabajar tranquilos. Hay que cerrar a cada rato los locales porque hay quienes buscan sacar provecho del tumulto para ir robando lo que pueden”, dijo Luis Torres, propietario de un almacén de vestidos de mujer en la calle Eloy Alfaro y Calderón.

Abel López, dueño de un negocio de camisetas, dice que las ventas no terminan de despegar porque los conatos de incidentes se dan en los exteriores de su local, en la avenida Olmedo. “La gente no quiere venir porque como hay bulla y esto está lleno de policías. Entonces hay cierto temor. Nosotros mismos debemos bajar las puertas de 3 a 4 veces en el día en prevención a que existan saqueos”.

Esta mañana, cerca de las 07:30, personal municipal –que adujo se encontraban haciendo limpieza- echó agua desde tanqueros en las aceras donde los comerciantes intentan poner sus puestos.

Con pedazos de plástico o cartón, los informales iban de un lado a otro tratando de instalarse. Incluso, a ratos, se apostaban en el centro de la calle.

La oficial Alicia Sánchez, quién participó del operativo de la Policía Nacional, dijo que la misión era mantener el orden y evitar enfrentamientos. Y si es que se producía una agresión contra un comerciante la orden era proceder a la detención del metropolitano agresor.

El alcalde de Guayaquil, Jaime Nebot, en entrevista con Teleamazonas, dijo que no permitirá que Guayaquil vuelva al caos y al desorden de hace algunos años. “Aquí hemos organizado, con un diálogo franco y permanente, a 35 000 vendedores ambulantes. Ahora hay 100 personas, traficantes de espacios públicos que marcan con tiza los sitios para venderlos, que están apoyados por el Gobierno. Eso no lo voy a permitir en esta ciudad”.

Atribuyó al ambiente de caos que se vive en las calles, por el tema de los informales, a un intento de provocación. “A los ladrones, los asesinos, los violadores, los secuestradores Express las autoridades los liberan; a los traficantes de tierra no los enjuician. Pero, a los policías metropolitanos, a los que ponen orden en las calles, los enjuician y los detienen”.

Esto a propósito de dos guardias municipales que están detenidos, desde el miércoles de la semana anterior, acusados de delito de odio por una supuesta agresión a un comerciante en el parque del Centenario.

Fuente: Diario El Comercio, jueves 17 de diciembre del 2009.

Análisis:

Menos enfrentamientos y más diálogo por favor. Señor Nebot, por un lado entiendo su postura de que Guayaquil no vuelva al caos en las calles, pero por otra parte, también comprendo a las decenas de familias que buscan laborar para superarse. Es preferible una venta informal a un ladrón formal. Piénselo señor Alcalde.

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